Afrontamos la última regata abierta del verano con un buen número de inscritos. Los 470 “fieles” a la cita congregaron siete barcos, a los que esta vez se sumaron 5 Vaurien, algunos viajando desde otros varaderos. El día era bastante caluroso y las predicciones meteorológicas auguraban poco viento, entrando W-NW a partir de las 15.00h.
En la reunión de patrones se acordó hacer dos flotas con salidas aparte. La duda se planteó al haber dos Vaurien con aparejos nuevos y, por tanto, en ventaja sobre los otros tres. De cara a hacer los grupos mayores y, al mismo tiempo, más divertidos, los Vaurien decidieron navegar en flota. La decisión sobre las pruebas fue que estas serían barlo-sota, con puerta y de 2 ó 3 vueltas a criterio del juez en el momento de iniciar los procedimientos de salida.
Tras bajar al agua, tuvimos que esperar un tiempo hasta que saltó el viento y, contra los pronósticos, una brisa NE permitió al oficial montar un primer campo, con la línea de salida junto a la orilla W del pantano y la boya de barlo pegada al fondeadero del Área Naútica Cervera. Momentos antes de la salida el viento arreció fuertemente, aunque en el momento de esta se había entablado y suavizado. Poco duró la alegría de la prueba pues, al poco de tomar los primeros barcos la boya de barlo el viento amainó y roló casi 180 grados, momento en el que el oficial anuló esta primera prueba.
Tras una larga espera en la que incluso se planteó dar de lado la regata y hacer algunos entrenos, el NW comenzó a soplar, tímidamente al principio y poco a poco entablándose. Se montó un nuevo campo, invirtiendo prácticamente 180 grados el primero y se pudieron celebrar 3 mangas.